BUSCANDO LIBERTAD.....
Author | : MAX ALBERTO MOYA |
Publisher | : Xlibris Corporation |
Total Pages | : 134 |
Release | : 2008-10-28 |
ISBN-10 | : 9781462822768 |
ISBN-13 | : 1462822762 |
Rating | : 4/5 (762 Downloads) |
Download or read book BUSCANDO LIBERTAD..... written by MAX ALBERTO MOYA and published by Xlibris Corporation. This book was released on 2008-10-28 with total page 134 pages. Available in PDF, EPUB and Kindle. Book excerpt: Esta novela trata sobre la lucha desde los tiempos de la conquista por la democracia, la libertad y la paz que han experimentado los pueblos latinoamericanos. A través de los tiempos, la mayoría de estos pueblos han experimentado la explotación y represión a manos de fuerzas opresoras extranjeras y nacionales. Esto ha llevado algunos de estos pueblos a recurrir a la revolución armada como última alternativa para alcanzar la democracia, la libertad y la paz. Desafortunadamente, estos pueblos han descubierto que la violencia no es el camino apropiado para encontrar la liberación. Un día muy confundido y preocupado de ver el camino que había tomado la revolución, Juanito decidió ir a la biblioteca y retiró varios libros para conocer más la ideología que El Estado, los ideólogos y los líderes del partido en el poder imponían sobre la población. Entre más leía sobre aquella doctrina, menos entendía cómo era posible que una ideología cuya filosofía hablaba y promulgaba la liberación del ser humano, a la hora de la práctica convirtiera en esclavos y dogmáticos a toda la población. La doctrina y los adoctrinadores caminaban caminos diametralmente opuestos. La doctrina decía una cosa y los que trataban de ponerla en práctica hacían otra. Los demagogos hablaban de libertad y ellos mismos eran esclavos de su propia doctrina enajenante y seguían obligando al pueblo a ser esclavo. -Es una desgracia tener que pasarse la vida en silencio sin poder decir lo que uno piensa porque si lo hacemos nos meten a la cárcel, nos torturan, nos mandan al exilio o simplemente nos acribillan frente a un paredón-pensaba Juanito. -Yo no puedo vivir así-decía-. ¿De qué valió que miles de compañeros perdieran sus vidas en feroces combates contra el enemigo? . . . ¿De qué valieron todos aquellos años metidos en la montaña con la espalda mojada, cansados, ahuevados, durmiendo en el suelo, enfermos, con el lodo hasta la rodilla, aguantando frío y hambres? . . . “Yo no puedo vivir bajo un sistema que me obliga a aceptar dogmas y una doctrina sacada de los fantásticos sueños de un viejo tejedor de sueños. Yo no tengo por qué aceptar doctrinas enajenantes, filosofías huecas o mitos . . . Yo no puedo vivir con una mordaza en la boca, una venda en los ojos, grilletes en las manos y una cadena de hierro en mi mente. Yo ya me cansé de toda esta carajada. Voy a salir y gritar a los cuatro vientos todo lo que siento. También le voy a decir a mis familiares y amigos que hagan lo mismo . . . , que no se queden con nada por dentro. Aunque me metan en una celda fría y acaben conmigo a palos, yo voy a decir lo que pienso-acabó diciendo Juanito-. BR> Esa misma tarde, Juanito tomó una hoja de papel y le escribió una carta a Juventino, el hijo mayor de su hermana Rosaura, quien para entonces ya estudiaba en la secundaria del Liceo José Martí. En aquella carta, Juanito le aconsejaba a su sobrino: Nunca dejes que otros manipulen tu vida ni tu mente. Mantén los ojos abiertos y nunca dejes que otros te impongan sus ideologías, doctrinas, dogmas, o mitos de los cuales tú no eres simpatizante ni entiendes. Prepárate y siempre defiende tu punto de vista. No seas como aquellos que no son ni chicha ni limonada. No seas como esas barcas o el cometa que se deja llevar por el viento. Si no estás de acuerdo con lo que hacen tus gobernantes, pues dilo y ya. Habla . . . , no te quedes callado porque lo que uno guarda en el pecho poco a poco te sofoca hasta dejarte inerte en el lecho. Dicho y hecho. Libera tu mente y tu ser . . . , ten fe en lo que haces, camina con determinación, se lo que tú quieras ser sin importarte el que dirán, respeta los derechos de los demás, mantén la mirada puesta en el futuro y muchas cosas buenas vendrán con el estudio y el trabajo.” Dos días después como a eso de las cuatro de la tarde, Juanito fue al parque situado frente a la catedral en la ciudad capital, se subió sobre una banca de c